Pérdida repentina de la visión | Innova ocular
La pérdida de la visión de un ojo de forma brusca es poco común. Se produce con más frecuencia en pacientes de edad avanzada. Sin embargo, es un síntoma que nos debe poner en alerta, ya que puede indicar una patología muy grave del ojo, como es un infarto de la retina. En caso de que no pueda ser valorada por un oftalmólogo en las primeras horas del inicio de la pérdida visual, puede ser irreversible y no tener posibilidad de ningún tipo de tratamiento curativo.
IMPORTANTE: Ante una pérdida repentina de la visión, es fundamental acudir al oftalmólogo antes de las 4,5 horas desde que se presenta este síntoma.
Pérdida de visión repentina e infarto de retina
Este síntoma puede deberse a una oclusión de la arteria central de la retina, que causa un infarto retiniano. Esta enfermedad ocurre cuando la circulación a nivel de la principal arteria de la retina se ve dificultada, habitualmente por un émbolo. Este trombo circulante suele provenir de las arterias que salen del corazón y van hacia el cerebro, concretamente, de placas de colesterol en las arterias del cuello. Es muy importante que esta enfermedad pueda diagnosticarse de forma muy precoz, porque se ha demostrado que dentro de las primeras 4,5 horas del inicio de los síntomas es cuando el paciente puede tener posibilidades de respuesta al tratamiento.
Dado que la retina es "una pequeña porción de cerebro que sale a buscar la luz” para que el individuo o animal pueda ver, podemos afirmar que el infarto de retina y la embolia cerebral son parientes muy cercanos.
Saber más sobre el infarto de retina y la pérdida de visión repentina:
Síntomas de infarto de retina
La oclusión o bloqueo de las arterias retinianas (un coágulo de sangre o depósitos de grasa se atascan en las arterias de la retina) son más probables si hay un endurecimiento de las arterias (ateroesclerosis) en el ojo. Si una ramificación de la arteria retiniana se bloquea, parte de la retina no recibirá suficiente sangre y oxígeno. Si esto sucede, puede haber pérdida parcial o total de la visión.
Así, la falta de claridad o la pérdida de la visión de manera súbita pueden ocurrir en:
- Todo un ojo (oclusión de la arteria central de la retina u OACR).
- Parte de un ojo (oclusión de rama de la arteria retiniana u ORAR).
La oclusión de la arteria retiniana puede durar solo unos segundos o minutos, o puede ser permanente.
Tratamiento del infarto de retina
Esta enfermedad requiere de la colaboración del oftalmólogo, neurólogo y, en algunas ocasiones, también del radiólogo intervencionista. El objetivo de una rápida actuación es la disolución del trombo que bloquea las arterias retinianas e intentar recuperar el máximo de visión.
El límite de 4,5 horas para tener posibilidades de recuperar la visión mediante un tratamiento nos condiciona a que, cuanto antes se haga el diagnóstico, más tiempo nos queda para organizar el posible traslado a un centro especializado y aplicar el tratamiento. Como se puede entender, en este período de tiempo cada minuto cuenta.
Otras posibles causas de la pérdida completa de visión:
El oftalmólogo es quien debe visitar al paciente de forma precoz, sin dilación, para poder descartar otras causas de pérdida completa y brusca de la visión, como pueden ser:
- Hemovítreo (sangre dentro del ojo): normalmente, el paciente ve unos hilos o moscas al inicio de la pérdida de visión, que es el mismo inicio del sangrado intraocular. También es habitual que a través de la sangre el paciente pueda ver algunas formas.
- Desprendimiento de retina: el paciente notará una cortina negra que se inicia por alguno de los lados de la visión; esta cortina no deja ver a través y va avanzando hasta poder llegar a cubrir completamente la visión. Los días previos al desprendimiento de retina es habitual que el paciente vea moscas volantes o destellos de luz en el campo de visión.
- Trombosis de la vena de la retina: a diferencia de la trombosis de la arteria, la pérdida de visión no suele ser total, y suele ser más paulatina, no tan brusca. Puede también provocar una distorsión de las líneas rectas y una pérdida de la parte superior o inferior del campo visual.
- Infarto a nivel del nervio óptico: aunque la pérdida también puede ser completa, lo más frecuente es que sea de la mitad superior o inferior.
- Hemorragia macular: puede ser debida al envejecimiento de la retina (degeneración macular), a anomalías de los vasos de la retina o a un traumatismo, a diferencia de las otras causas, la pérdida no es completa, sino que solo se produce pérdida de visión a nivel central, manteniendo la visión por los lados.
Como se ha mencionado anteriormente, el objetivo de este artículo es concienciar y alertar de que, frente a una pérdida repentina e indolora de visión, debemos acudir a un servicio de oftalmología de urgencias en el menor tiempo posible.
Las clínicas de Innova Ocular cuentan con los mecanismos de actuación necesarios para tratar estos casos de la manera más eficaz y rápida posible. Recuerda que es de suma importancia la prevención y la detección temprana de problemas de la vista para poder preservar una buena salud visual.