¿Qué hacer si mi hijo tiene estrabismo? | Innova ocular
El estrabismo es una condición bastante común en los primeros años de vida, seguro que muchos la hemos sufrido y otros tantos conocemos a alguien a quien le haya pasado, por lo que si vemos que nuestro hijo es uno de ellos, es normal preguntarse ante qué nos encontramos y cómo debemos reaccionar.
Como nos explica la Dra. Luisa Guerra y Gómez, experta en estrabismo y responsable de Oftalmología Pediátrica en Innova Ocular Clínica Vila, de Valencia, este trastorno consiste en la pérdida del paralelismo de los ejes oculares, donde un ojo fija y el otro se desvía en relación a éste.
¿Por qué aparece el estrabismo y cómo detectarlo?
En cuanto al motivo de su aparición, puede ser congénito, es decir, de nacimiento, o presentarse después. En estos casos tienen un peso importante los antecedentes del embarazo, si hubo infecciones durante la gestación, si la madre tiene alguna enfermedad y las condiciones en las que se produjo el parto, además, por supuesto, del hecho de que haya familiares con estrabismo y patologías o síndromes asociados.
Además de estas alteraciones, los defectos refractivos altos, sobre todo las miopías y las anisometropías (un ojo presenta mayor defecto de refracción) son a menudo también causa de estrabismo.
Detectarlo lo antes posible es clave para corregirlo en fases iniciales y garantizar un resultado lo más óptimo posible. Para diagnosticarlo, el especialista realizará un examen ocular con el que buscar alteraciones que impidan la fijación y el desarrollo normal de la visión, y que puedan ser también la causa de la desviación, como las opacidades de los medios transparentes del ojo como catarata, opacidad de la córnea, del humor vítreo… y alteraciones de la retina, del nervio óptico y glaucoma congénito.
Pero los padres también pueden ayudar a detectarlo si conocen los síntomas ante los que estar atentos. En este sentido, deben saber que la presencia de la desviación puede ser constante o intermitente, fija o alternante, con o sin desviación de la cabeza (tortícolis), con o sin movimientos, y en algunos casos con guiño de un ojo.
Además, el estrabismo puede provocar ojo vago (disminución de la visión de uno ojo o ambos por alguna causa que impidió el desarrollo normal de la misma). Para evitarlo, es importante que el tratamiento del niño con estrabismo sea precoz y favorezca así un desarrollo normal de su visión.
¿Cómo tratar el estrabismo?
Llegados a este punto, los padres deben saber las opciones de tratamiento disponibles actualmente:
- Medios ópticos, como parches para el ojo fijador y el de mejor visión, o gafas que permitan mejor visión al ojo desviado. A veces también se colocan prismas para mejorar la fijación.
- Medios farmacológicos para dificultar la visión del ojo fijador y forzar así la del ojo desviado. Asimismo, la aplicación de toxina botulínica para provocar una parálisis flácida de los músculos, de carácter transitorio, es una alternativa muy útil en los estrabismos congénitos y en las parálisis musculares, y en algunos casos evita la cirugía.
- Tratamiento quirúrgico sobre los músculos con el fin de alinear los ojos. Normalmente los especialistas prefieren operar cuando ya se ha eliminado el ojo vago para obtener mejores resultados y la posibilidad de fusionar imágenes. Sólo en aquellos casos con parálisis musculares y tortícolis se plantean realizar cirugía precoz.
En algunos casos recomiendan, además, realizar ejercicios que mejoren la fusión. En el adulto con estrabismo de años de evolución suele haber ojo vago, por lo que la cirugía implica sólo fines estéticos, y existe la posibilidad de visión doble, lo que impediría su realización.
Ante cualquier duda, necesidad de información o preocupación, no dudes en contactar con el oftalmólogo. En Innova Ocular ponemos a tu disposición nuestro completo y especializado cuadro médico, que te informará y te aconsejará. Contáctanos y te ayudaremos