¿Cómo afecta el polen a nuestros ojos? | Innova ocular
Para la mayoría de la población, la llegada de la primavera, y con ella del buen tiempo, es una muy buena y esperada noticia ante la que reaccionamos con buen ánimo y muchas ganas de disfrutar del tiempo libre. Lamentablemente, no es así para todos, sobre todo para quienes sufren alergia al polen. Si te encuentras entre ellos, sabrás de lo que hablamos: se alargan los días, los árboles florecen, sube la temperatura, aumentan los niveles de polen…. Y tú hecho polvo con los síntomas que cada año por estas fechas te dejan por el suelo. Pero, ¿sabes realmente cómo afecta el polen a nuestros ojos?
Tipos de polen
Lo primero que debes saber es que no estás solo: nada menos que un 25 por ciento de los españoles sufre algún tipo de alergia durante esta época del año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
El culpable: el polen, esos minúsculos granos que contienen células espermáticas, producidos por el aparato reproductor masculino de las flores y que transportan las citadas células al aparato reproductor femenino para fecundarlas, y que puede producir en miles de unidades una sola planta.
Los pólenes pueden ser de distintos tipos:
- Gramíneas, primera causa de alergia en España y Europa debido a la gran alergenicidad de sus pólenes y a su extensa distribución vegetal, así como a su amplio periodo de polinización. Se trata de malas hierbas que crecen en los bordes de las carreteras, campos de cultivo o descampados.
- Oleas, familia que incluye numerosos árboles y arbustos, siendo el olivo el más frecuente y alergénico, así como la segunda causa de alergia en nuestro país.
- Parietaria, familia de malezas muy alergénica y una de las principales fuentes de polen alergénico especialmente en las regiones costeras mediterráneas.
Síntomas y consecuencias del polen
Quien tiene alergia al polen lo percibe como un agente nocivo, por lo que si entra en contacto con su organismo, esto provoca una respuesta del sistema inmune, que se defiende de lo que erróneamente percibe como un agente extraño liberando una serie de sustancias químicas al torrente sanguíneo, entre ellas, la histamina, responsable de los molestos síntomas que acompañan a esta afección y suelen acabar por afectar a nuestra actividad diaria.
El porqué de que el sistema inmunológico actúe de esta forma aún no está del todo claro, pero sí se sabe que hay otros muchos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir este tipo de alergias, tales como la historia familiar, padecer otro tipo de alergias o la exposición desde edades tempranas al humo del tabaco.
Además, añadido al hecho de que la carga de pólenes atmosféricos depende en gran parte de la pluviosidad y temperatura ambiental, la contaminación propia de las zonas urbanas suele venir a empeorar este cuadro, ya que las partículas de emisión diésel generan un ambiente hostil al que las plantas reaccionan de manera “defensiva”, generando pólenes con proteínas que tienen una mayor capacidad de estimular la respuesta alérgica de las personas.
Esta reacción se traduce en molestos síntomas como los estornudos frecuentes, el dolor de cabeza, la irritabilidad, las dificultades para conciliar el sueño, la rinitis alérgica, la congestión nasal, la fatiga o el asma bronquial. Pero además, afecta de modo especialmente intenso al sistema ocular, provocando irritación y picor de ojos, sequedad ocular, lagrimeo, ojos rojos o llorosos, fotofobia, visión borrosa o, incluso, inflamación en los párpados o debajo de los ojos.
No te resignes a estas molestias y consulta con un especialista ante la más mínima duda, para que te ayude a tratarlas de forma eficaz y a evitar complicaciones. Los profesionales de Innova Ocular estamos para ello. Pide cita ahora y ven a vernos.