¿Cómo tratar la Degeneración Macular Asociada a la Edad o DMAE? | Innova ocular
¿Sabes lo que es y cómo tratar la Degeneración Macular Asociada a la Edad? Quizá la conozcas más por sus siglas, DMAE, o tal vez no hayas oído nunca hablar de ella. En cualquiera de los casos conviene conocerla bien, ya que, al estar vinculada al envejecimiento, no es tan difícil que en algún momento de nuestras vidas nos topemos con ella.
¿Qué es la Degeneración Macular Asociada a la Edad?
La DMAE es una enfermedad ocular que se produce por la alteración o deterioro gradual en la zona central de la retina, llamada mácula, lo que genera una distorsión progresiva en la zona central del campo de visión que, sin embargo, no produce dolor ni molestias. Tampoco se conocen las causas exactas de la enfermedad, pero sí se distinguen dos tipos de Degeneración Macular Asociada a la Edad:
- La seca o atrófica (90 por ciento de los casos), que es la forma menos grave porque avanza muy lentamente.
- La húmeda o neovascular, que evoluciona rápidamente, convirtiendo en vital el diagnóstico e instauración del tratamiento en fases iniciales de la enfermedad.
Tratamientos para la Degeneración Macular Asociada a la Edad
Una vez diagnosticado el tipo de DMAE, éste marca la estrategia a seguir, que debe añadirse a recomendaciones que, no por generales, dejan de ser muy importantes, tales como llevar una dieta sana y variada, realizar ejercicio físico, no fumar o proteger nuestros ojos de los rayos ultravioletas.
Así, si bien la DMAE seca no dispone de tratamiento específico, la prescripción de suplementos vitamínicos (principalmente vitamina C y E, luteína, zeaxantina, óxido de zinc y óxido de cobre) para aportar mayores cantidades de vitaminas y minerales con efecto antioxidante e incrementar de esta forma los pigmentos necesarios para el funcionamiento de la mácula, ha demostrado ayudar en la ralentización de la evolución de la enfermedad.
Por su parte, lamentablemente el abordaje de la forma húmeda de la DMAE tampoco logra curar la patología, pero en este caso sí reduce el riesgo de una pérdida severa de la visión. Una de las opciones terapéuticas más comunes en esta tipología de DMAE es la inyección intraocular de fármacos antiangiogénicos -un producto farmacéutico conocido como anti-VEGF (anti factor de crecimiento endotelial vascular)-, que bloquean la formación de vasos sanguíneos anormales en la mácula, previniendo la formación de edemas y deteniendo por tanto la pérdida de visión. El procedimiento se realiza en consulta de forma ambulatoria y sus efectos se prolongan durante uno o dos meses, logrando mejoría en alrededor del 80 por ciento de los afectados.
Otra alternativa que se aplica en muy pocos casos es el tratamiento con cirugía láser o la terapia fotodinámica, en los que se usa un rayo de luz enfocado para ralentizar o detener la salida de líquido de los vasos sanguíneos que dañan la mácula, ayudando así a preservar más la visión.
En los casos más avanzados de la enfermedad se impone la prescripción de ayudas a la baja visión, como gafas con filtros, lentes especiales y aparatos electrónicos, que aumentan el tamaño de las imágenes para ayudar a la visión del paciente, a quien el oftalmólogo también puede recomendar la visita a un centro especializado o la valoración de programas de rehabilitación que le faciliten su día a día.
Como en tantas ocasiones, el tiempo transcurrido entre la aparición de los primeros síntomas y el inicio del tratamiento es crucial. Si tienes dudas, ponte en contacto nuestro equipo ahora y te informaremos y ayudaremos.