Tics oculares: ¿Por qué se aparecen? | Innova ocular
Seguro que has experimentado alguna vez, incluso sufrido en los casos en los que haya sido más intenso o haya durado más de lo normal, los conocidos como tics oculares. Los demás apenas lo perciben, pero sí quien siente ese pequeño temblor en el párpado, que lucha para quitarse de la cabeza el movimiento o espasmo involuntario que se repite en su ojo con cierta cadencia y que a veces apenas dura unos minutos, mientras en otras ocasiones se puede prolongar durante horas o aparecer de forma intermitente a lo largo de varios días.
Tranquilidad. Es más común de lo que piensas, en la gran mayoría de casos es inofensivo, y con la misma ausencia de explicación con la que surge suele desaparecer.
Causas de los tics oculares
Y es que los llamados tics oculares o tics nerviosos pueden aparecer sin ninguna causa real o por motivos en torno a los cuales los especialistas aún no han llegado a un consenso. Pero sí hay algunos condicionantes o situaciones que pueden ayudar a desencadenarlos o agravarlos, como estos:
- Estrés. No es bueno para casi nada, ya sabes, y esta no es una excepción, especialmente si se produce acompañado de otros problemas oculares o de visión.
- Déficit de sueño o de descanso. Tu cuerpo puede reaccionar de esta forma si no duermes lo suficiente o no lo haces correctamente, acumulando cansancio.
- El ojo seco provocado por el insomnio, el abuso de dispositivos electrónicos, el uso de lentes de contacto, el consumo de determinados medicamentos, café o alcohol, o la exposición excesiva a calefacción o entornos fríos, entre otros motivos, es igualmente un posible determinante de esta molestia.
- Asimismo, la fatiga visual generada por exceso del uso de visión cercana, pasar demasiadas horas en el trabajo frente a una pantalla de ordenador, no realizar descansos visuales ni para tomar aire fresco o parpadear menos de lo recomendable figura entre los problemas a evitar para reducir el riesgo de sufrir temblores en los ojos.
- El consumo de algunos productos estimulantes como la cafeína, el alcohol o el tabaco puede estar también en el origen de la aparición de contracciones en los músculos de tus párpados.
- En la misma línea, la falta de determinados nutrientes implicados en el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso, arterial y muscular, como el calcio, el magnesio y el potasio, no ayuda precisamente a minimizar la incidencia de tics oculares.
- Finalmente, la exposición a agentes alérgenos o irritativos que puedan causar picor, lagrimeo, inflamación o molestias oculares son susceptibles de animarnos a frotar nuestros ojos o irritarlos, haciéndonos más vulnerables a padecer los molestos tics nerviosos.
Si evitando estas situaciones sigues viéndotelas con los espasmos oculares, si los sufres demasiado a menudo o durante demasiado tiempo, si se acompañan de otros síntomas o problemas de visión, o si simplemente tienes alguna duda o preocupación que impide que los percibas como inocuos, no dudes en consultar con el especialista. Tu tranquilidad no tiene precio, y nuestros profesionales están para eso.