¿Cómo evitar el ojo seco en invierno? | Innova ocular
El ojo seco es uno de los problemas de visión más frecuentes y se produce por alteraciones en la secreción lagrimal. Puede darse debido a una escasez de lágrima o por deficiencias en la calidad de ésta, que hace que la superficie ocular no esté bien lubricada, lo que puede originar molestias, queratitis, disminución o pérdida de visión y lesiones en la córnea y la conjuntiva.
OJO SECO: SÍNTOMAS
Los síntomas del ojo seco más comunes son el picor, escozor o quemazón, sensación de cuerpo extraño y sequedad, fatiga visual, sensación de pesadez en los párpados, sensibilidad elevada ante cualquier irritación y secreción mucosa. Incluso puede darse un lagrimeo continuo debido a una mala calidad de la lágrima.
CAUSAS DEL OJO SECO
Los principales factores que pueden causar ojo seco son:
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La edad. El ojo seco afecta prácticamente al 100% de las personas de edad avanzada, ya que en el envejecimiento se produce un deterioro de las células de las glándulas lagrimales.
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Cambios hormonales en las mujeres. Puede darse durante el embarazo, debido al consumo de anticonceptivos orales y, sobre todo, en el periodo de perimenopausia.
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Otras patologías oculares como la blefaritis (inflamación del párpado), la conjuntivitis o la queratitis (inflamación de la córnea).
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Alteración en el parpadeo, ya sea por un cierre incompleto del párpado o por una falta de éste.
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Algunas enfermedades sistémicas o autoinmunes fundamentalmente de tipo reumático (síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc.).
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El uso de lentes de contacto.
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La administración de ciertos colirios.
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El consumo de determinados fármacos o medicamentos como antihistamínicos, ansiolíticos y anticonceptivos. También algunos betabloqueantes, antihipertensivos y antidepresivos.
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Determinados procedimientos quirúrgicos oftalmológicos.
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La lectura continuada y el uso prolongado de las pantallas (ordenador, móviles u otros aparatos electrónicos), ya que reducen el número de parpadeos por minuto, lo que afecta a la correcta lubricación del ojo.
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Otros factores pueden ser de carácter ambiental, como temporales de viento o climas secos.
OJO SECO EN INVIERNO
El síndrome del ojo seco es más frecuente que se de en las estaciones de invierno, debido a que hay menor humedad en el ambiente y se pueden dar vientos fuertes que resequen la lágrima natural del ojo y provoquen sequedad ocular. Además, suele haber un ambiente más seco también en interiores debido a la calefacción.
Se debe tener en cuenta que nuestros ojos pueden verse más expuestos si vamos a la nieve, ya que ésta funciona como un reflector de los rayos UV del sol y se da en un clima con condiciones desfavorables para nuestra vista.
EVITAR EL OJO SECO EN INVIERNO
A pesar de los factores biológicos o derivados de otros factores externos, pueden tomarse una serie de precauciones en invierno que ayuden a prevenir el ojo seco.
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Utilizar gafas protectoras con filtros UV para proteger los ojos del frío, el sol y el viento, especialmente en las zonas de montaña con una elevada exposición al sol, el hielo o la nieve. También se puede utilizar un sombrero o gorro para aumentar la protección.
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Evitar los fuertes vientos y las corrientes de aire, así como no orientar hacia el rostro los aires acondicionados o calefacciones.
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Atender a la frecuencia de parpadeo durante el día, especialmente durante la lectura o el uso de aparatos electrónicos (móviles, ordenadores, etc.). Además, reducir en lo posible la exposición a las pantallas.
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Mantener una buena higiene ocular, evitando llevar las manos a los ojos y limpiando las glándulas lagrimales de nuestros párpados con toallitas o jabón neutro.
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Colocar humidificadores junto a las calefacciones para evitar la evaporación excesiva de la lágrima.
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Hidratar los ojos con lágrimas artificiales en casos en los que sea necesario.
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Intentar reducir el tiempo de uso de las lentes de contacto.
TRATAMIENTO DEL OJO SECO
Si hay una causa primaria que está provocando el ojo seco, deberemos tratarla utilizando, en primer lugar y cuando esto sea posible, lágrimas artificiales y pomadas lubricantes para ayudar a controlar la sequedad e irritación.
Si con estos tratamientos tópicos no disminuyen los síntomas, la siguiente opción es el taponamiento de los conductos lagrimales del paciente, ya que al evitar el drenaje rápido de las lágrimas, se consigue conservar la hidratación ocular y proteger el ojo.
Actualmente, existen tratamientos más modernos de colirios derivados del suero autólogo o el plasma rico en plaquetas del propio paciente, que puede verse beneficiado en casos de sequedad ocular grave.
Desde Innova Ocular recomendamos proteger los ojos, especialmente en entornos donde podamos encontrar factores de riesgo o en casos en los que haya una mayor propensión a sufrir ojo seco. También es importante acudir a revisiones oftalmológicas periódicamente para favorecer la prevención y la detección y el tratamiento precoz de esta patología.
Puedes contactar con nosotros o cualquiera de nuestras clínicas si deseas obtener más información.