¿Cuándo llevar a los niños al oftalmólogo? | Innova ocular
Cuando se trata de los más pequeños, ya se sabe, más vale prevenir, pues ninguna medida sobra si sirve para cuidarles, protegerles y ayudarles. En el caso de la salud ocular, lo mejor es seguir al pie de la letra las recomendaciones de los especialistas y saber cuándo hay que llevar a los niños al oftalmólgo.
Por ello repasamos en nuestro blog una serie de recomendaciones de la mano del Dr. José Zamora, responsable de la Unidad de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo de Innova Ocular IOA Madrid.
¿Cómo debemos vigilar los padres la salud ocular de los niños?
Lo primero que hay que hacer es estar con el niño y observarle, controlar si vemos que tienen alguna dificultad en los movimientos, si se cae más de lo habitual, si tiene posturas incorrectas, como tortícolis en el cuello, que puede traducir alteraciones en los ojos que son fácilmente tratables e incluso muchas veces corregibles desde el principio.
¿Ante qué síntomas debemos estar alerta?
Ante niños que parpadean mucho, los que son un poco más mayores y se quejen de que no ven bien, si vemos que tuercen los ojos, que los mueven o guiñan mucho, o que nosotros vemos cosas que el niño no ve, lo que puede traducir defectos de graduación o defectos importantes en la visión que debemos detectar lo antes posible.
¿A partir de qué edad podemos detectar que existe algún problema?
Problemas importantes se pueden detectar desde que el niño nace puesto que hay lesiones importantísimas que se ven desde el nacimiento, como una catarata congénita, una alteración en la córnea, un déficit de formación del globo ocular, anomalías en la cara o asimetrías faciales que van a implicar que tendrá un problema visual. Y si no le vemos nada, la primera revisión debe hacerse a los 4-5 años porque a esa edad ya sabe identificar dibujos e incluso letras, y ya saben decirlas, y podemos detectar qué cantidad de visión tiene.
¿Cuáles son los principales problemas oculares de los niños?
La causa más frecuente de consulta o de problemas visuales en niños son los defectos de graduación, que denominamos ametropía, que hacen que el niño no enfoque en la retina y tenga una visión borrosa. Eso conlleva, si no está corregido, que se pueda producir lo más temible en la oftalmología pediátrica: la ambliopía [ojo vago], la no formación de la visión en uno de los ojos, que no tendrá capacidad para ver.
Otra causa muy frecuente de consulta son los estrabismos, que son un déficit o alteración en la alineación de los ojos. Éstos tienen que estar paralelos para que enfoquen el mismo objeto y vean bien. Si pierden el paralelismo no enfocan el mismo objeto y pueden producir un déficit de formación de la agudeza visual, sobre todo en el ojo desviado.
Otras causas frecuentes en los niños son las alteraciones en la forma de los ojos: un niño que tiene un párpado más bajo que otro, o no tiene igual formado un ojo que otro, o cada ojo tiene distinto color o pupilas de distinto tamaño… En la mayoría de los casos son asimetrías del desarrollo que, generalmente, cuando el niño crece, se corrigen, pero en otros casos pueden traducir lesiones importantes que, detectadas a tiempo, podemos corregir o al menos intentar tratar.
¿Cómo explicar a un niño que necesita llevar un parche o gafas?
Para que un niño acepte una gafa hay que decirle que no ve bien y que es importante lo que pasa… Si a un niño se le pone una gafa y ve que con ella mejora su visión, él solo la va a pedir.
Dicho todo esto, siempre es recomendable consultar cualquier duda o inquietud con el oftalmólogo. Para ello, en Innova Ocular ponemos a tu disposición a nuestro completo y especializado cuadro médico, que resolverá tus dudas, te informará y te aconsejará la mejor solución para cada problema. Contáctanos y te ayudaremos