¿Cómo afecta la visión al rendimiento escolar? | Innova ocular
Son días de sentimientos encontrados para muchos padres. A la nostalgia de ir enfrentándonos poco a poco al final del periodo vacacional y la tristeza de decir adiós a los juegos estivales con nuestros hijos, que ya se están incorporando a las aulas, se contrapone la necesidad de recuperar cierta rutina y de que nuestros pequeños también vuelvan a “centrarse”. Por no hablar del estrés que supone preparar todo para la vuelta al cole: libros, uniformes, material escolar… Este es igualmente un momento clásico para repasar tareas pendientes y proponerse nuevos objetivos en el curso que ya empieza. Hacer más deporte, comer mejor, dejar de fumar, leer más, hacer aquel máster… y agendar algunas revisiones médicas. La de nuestros ojos es fundamental, y si hablamos de la de los pequeños, aún más, pues es importante saber que la visión afceta al rendimiento escolar.
Estudios demuestran cómo afecta la visión al rendimiento escolar
El informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) nos saca los colores cada año al evidenciar el nivel educativo y de rendimiento escolar de los estudiantes españoles, que después de estancarse durante mucho tiempo por debajo de la media europea parece estar igualándose ahora al del resto de nuestros países vecinos. Pero, ojo, no porque estemos mejorando especialmente, sino porque los resultados generales del continente han descendido… -decepcionante y preocupante, cuando menos-; por lo que, a la postre, seguimos igual.
Al mismo tiempo, estudios como el que presentó hace unos meses la Asociación Visión y Vida sobre “El estado de la salud visual infantil en España” dejan titulares tan inquietantes como que una quinta parte de los niños en nuestro país podría tener un problema de visión sin detectar. De hecho, tras realizar 3.700 revisiones visuales en más de 5.000 colegios a niños de entre 6 y 12 años, se comprobó que hasta un 15,7% no ve bien la pizarra, el 18,8% no ve bien ni de cerca ni de lejos, el 12% ve doble alguna vez, el 28,3% se cansa al leer y al 25,7% le duele la cabeza o le pican o lloran los ojos al hacerlo. En conjunto, el 49,3% falló en una o más pruebas realizadas por los optometristas, por lo que el informe asegura que la mitad de los niños evaluados debería realizarse un examen optométrico completo para descartar problemas de salud visual.
Los datos de este último trabajo empeoran en el caso de niños con bajo rendimiento escolar: el 32,6% asegura no ver bien en general, el 29% no ve bien la pizarra, el 48,6% se cansa al leer, el 52,5% se confunde o salta palabras cuando lo hace, al 72% directamente no le gusta hacerlo, y el 71,1% se levanta a menudo cuando realiza sus deberes… Resumiendo: el 32,6% de los niños de entre 6 y 12 años con bajo rendimiento escolar tiene problemas de visión, lo que demuestra la relación entre ambos parámetros y la necesidad de tomar cartas en el asunto.
Informar de los síntomas que pueden alertar a los padres es una de las primeras líneas de trabajo, ya que, según el citado estudio, los niños, y no los padres, fueron quienes mayoritariamente se dieron cuenta de que no veían bien (y eso que en muchas ocasiones no son plenamente conscientes de lo que eso significa), y sólo un 15,6% de los progenitores sospechaba que su hijo tenía un problema de visión, considerando, eso sí, en un 80% necesarias las revisiones visuales periódicas en los pequeños, pero llevando a sus hijos menores de 7 años a la consulta del oftalmólogo para ello sólo en un 30% de los casos.
Signos que muestran un problema de visión
Algunos de los signos en nuestros hijos ante los que debemos llevarles al especialista son:
- Necesidad de aproximarse a la pizarra o al objeto de lectura
- Evitación de esta actividad o distracción y/o baja comprensión al realizarla
- Omisión de palabras o repetición o salto de líneas al leer
- Inversión de letras
- Visión doble
- Fatiga visual o dolores de cabeza frecuentes
Además, si nuestro hijo cruza o entrecierra los ojos para leer, se los frota mucho o le lloran o se le enrojecen a menudo, también debemos actuar.
En paralelo, y ahondando en lo ya mencionado, la otra recomendación en la que insistimos es concienciar aún más sobre la necesidad de las citadas revisiones periódicas, que permiten detectar posibles problemas oculares que puedan afectar al rendimiento escolar, y lo que es más importante, aplicar en esos casos el tratamiento más adecuado, como la terapia visual, a edades tempranas, lo que repercutirá en mejores resultados visuales y, por consiguiente, escolares.
Empecemos por tanto el colegio con buen pie. La consulta al oftalmólogo puede hacer mucho bien por los ojos de nuestros hijos y, por extensión, por su rendimiento escolar. En el futuro de los más pequeños son muchos los factores que pueden ayudar. Ayúdales a cuidar uno de los más importantes, su salud visual.
En Innova Ocular contamos con una unidad de oftalmología pediátrica y ponemos a tu disposición a todo nuestro equipo para informarte y aconsejarte. Contáctanos y te ayudaremos.